USO AGRÍCOLA DEL AGUA
El campo, un lugar donde el agua tiene un papel de protagonista. ¿Sabías que la agricultura es el mayor consumidor de agua en todo el planeta? Sí, es verdad, y las cifras te asombrarán.
El uso de agua en la agricultura representa aproximadamente el 69% de toda la extracción de agua en el mundo. Sí, has leído bien, ¡casi el 70%! Sin embargo, si echamos un vistazo a un país promedio, este número se reduce a alrededor del 59%. Esto se debe a que el dato global está influenciado por los países con una alta extracción de agua para la agricultura, distorsionando la media.
Pero, ¿te has preguntado alguna vez cuánta agua se necesita para producir tus alimentos favoritos? Veamos algunos ejemplos. Para producir un kilogramo de trigo se necesitan entre 500 y 4.000 litros de agua, dependiendo del clima y la eficiencia del riego. Y si hablamos de carne, los números se disparan. Un kilogramo de carne de res puede requerir entre 5.000 y 20.000 litros de agua.
El impacto del riego en la utilización del agua en una determinada región está sujeto a varios factores clave:
Primero, el suministro natural de agua, donde el clima, el tipo de suelo y la topografía son elementos esenciales.
Segundo, las demandas de agua de diferentes cultivos, que están intrínsecamente ligadas a sus necesidades fisiológicas.
Y finalmente, las técnicas y tecnologías de riego aplicadas. Para cuantificar el efecto del riego en los recursos hídricos, es crucial estimar la cantidad de agua realmente extraída para el riego, es decir, la que se saca de ríos, lagos y acuíferos para usos de riego. Esta extracción suele ser superior a las demandas netas de un cultivo debido al agua que se pierde durante su distribución y aplicación.
El riego es un pilar esencial para la alimentación a nivel mundial. Según las estimaciones de la FAO en 2011, sólo el 19% de las tierras de cultivo estaban equipadas para el riego, pero este pequeño porcentaje producía más del 40% de la producción agrícola global. En tiempos recientes, la agricultura ha aumentado el uso de agroquímicos, lo que ha llevado a la contaminación de los suelos y acuíferos.
A pesar de que algunos países proporcionan cifras sobre la extracción de agua para riego, estas estimaciones son difíciles de obtener debido a la falta de sistemas de medición directa y a la complejidad de los métodos de evaluación. Por lo tanto, estos valores no siempre están disponibles a nivel nacional.
El uso agrícola del agua es una pieza fundamental del complejo rompecabezas del agua en nuestro planeta. Alimentar a la creciente población mundial requiere un uso inteligente y sostenible de este precioso recurso. Cada vez que mordemos una manzana, nos deleitamos con un pedazo de queso o disfrutamos de un delicioso filete, estamos saboreando los frutos del agua. Así que la próxima vez que disfrutes de tu comida favorita, dedica un momento a pensar en la cantidad de agua que se ha utilizado para llevar esos alimentos a tu mesa.